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Papeles de Nunca Jamás por Esther Requena se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-LicenciarIgual 3.0 Unported.

miércoles, 16 de marzo de 2011

MATER AMANTISIMA

(ILUSTRACIÓN DE MONTT)

MATER AMANTÍSIMA


¡ Mira cómo se ha dormido, angelito! En cuanto le he metido en nuestra cama…¿No será que tiene terrores nocturnos? …¡Pues algo le tiene que pasar, Manuel, quizá le duela algo, o tenga frío, o eche de menos a su madre! ¡Yo qué sé! …¿No dices tú mismo que los hijos no vienen con un manual debajo del brazo? ¡Ay no, Manuel, por ahí no! ¿Cómo va a estar el niño fingiendo? ¿pero no viste el susto de anoche, que se nos quedó moradito, que casi se nos va? ¡ De verdad, Manuel qué egoísta eres!


…porque mire, usted será todo lo profesional que sea y el colegio tendrá sus normas, pero a mi me parece un castigo desproporcionado para un niño hiperactivo como el mío. Porque usted y todo el Centro tendrían que tener en cuenta que mi hijo tiene un diagnóstico de hiperactividad, que me costó un dineral el psicólogo privado. Mi hijo no puede esperar en la fila para entrar como los demás niños porque se altera y es entonces cuando agrede. Son las normas las que tienen que adaptarse a los niños y no al contrario, parece mentira que se llegue a esta situación. Desde luego voy a presentar una queja ante la AMPA y a exigir que este tema se trate en el Consejo Escolar. ¡Faltaría más!


¿Y qué quieres que le haga, Carmen? Si le quito la consola se lía a patadas con los muebles de la casa. No sabes el otro día, cuando vino con las notas y le castigué…te juro que me acuerdo y se me pone la carne de gallina…se puso como loco, ¡ tan agresivo, con tanta rabia!…Seguí las recomendaciones del psicólogo y dejé que descargara su ira, para que fluyera y no se le quedara dentro. Después le mandé a su habitación para que reflexionara, pero cuando llegó su padre y subió a hablar con él, el muy bandido estaba como siempre, enganchado a internet y no le hizo ningún caso. Manuel bajó hecho un energúmeno y tuvimos una bronca monumental, que lo que yo le dije: “Ya sé yo de dónde saca el niño tanta violencia” Total, Carmen, que se ha marchado de casa. Ya lleva tres días fuera y ni me coge el teléfono, ni llama él. ¡Huy el niño! ¡A mi pobre hijo lo que le faltaba, además en esta edad tan mala que tiene! Igual está mal, Carmen, que no te digo yo que Manuel no tenga razón en algunas cosas, pero por la tarde le dije: “Hijo, al mal tiempo, buena cara”, nos fuimos a merendar al Centro Comercial y le compré un par de cosillas que le hacían ilusión. Yo es que no puedo ver mal a mi hijo, Carmen, no puedo…

Manuel, soy yo. Manuel, ha pasado algo, por favor coge el teléfono. Manuel, por Dios, que se trata de tu hijo, que nos lo han detenido y yo…estoy muy nerviosa y no sé qué hacer, si ir para la comisaría, o llamar a un abogado o yo que sé, que yo no estoy preparada para esto, que ya me conoces. Bueno, Manuel, te cuelgo y sólo te digo que por favor, que cuando oigas este mensaje que me llames que voy a estar con el móvil conectado en todo momento.
Hola, Manuel, soy yo de nuevo. Que como no te has molestado en llamar ya te informo de que tu hijo ya está en casa y que la cosa no ha sido para tanto, un problema con unos asquerosos sudacas que iban borrachos y se han metido con el niño y sus amigos y, claro, ellos se han tenido de defender. Así que no te preocupes, que el abogado ya nos ha dicho lo que hay que hacer y lo único que puede pasar es que le pongan una multa o trabajos para la comunidad, que por mí no hay problema, pero ya le he advertido que deje muy clarito que mi hijo, de barrer las calles, nada de nada…¡ Hasta ahí podíamos llegar!  ¡Ah!, y, por supuesto, la minuta del abogado y la multa las vas a pagar tú, Manuel, para compensar la poca preocupación que muestras por tu hijo. Buenas tardes.


A mi hijo no le ha faltado nada, señor juez, y mucho menos el cariño de su familia. Yo me he quitado de muchas cosas para que él no tuviera que privarse de nada, porque en esta sociedad tanto tienes, tanto vales, y además mi hijo ha tenido que luchar siempre contra más dificultades que los demás, primero por su problema, que ya ve usted los informes del psicólogo que aporta la defensa, y luego porque quedó sumamente traumatizado cuando su padre nos abandonó. Desde pequeño ha sufrido brotes violentos, pero dentro de lo normal. Él es un chico con mucho carácter y sí que tengo que reconocer que quizá no haya aprendido a controlar sus impulsos y su fuerza. Tuvo que dejar el instituto por eso, porque la escuela no supo motivarlo, ni entender a un chaval tan sensible y un poco rebelde con las normas que le parecen injustas. Creo que deberían tener en cuenta su problema con la cocaína y el alcohol, porque mi hijo es una víctima, señor juez. Yo sé que dentro de él hay bondad, que es la droga la que le lleva a cometer esos errores; que cuando ocurrió lo que ocurrió él no era consciente del todo. No sabe cómo lo siento por la familia de esa pobre chica: todas las noches rezo para que todos encuentren el consuelo y la fuerza que necesitan para salir adelante. Si pudiera daría mi propia vida por la de ella, créame.
Sólo pido una oportunidad para mi hijo, porque es demasiado joven y todavía no es tarde.
Todavía no es demasiado tarde...

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